El espíritu emprendedor se crea en la persona y se cultiva, depende de muchos factores los cuales decidirán si esa persona finalmente cultivará a lo largo de su vida ese espíritu emprendedor del cual a muchos caracteriza, pero siempre hay una semillita sembrada en cada uno de nosotros. 

Cuando a cierta edad surge el espíritu emprendedor los de su alrededor, deben ayudar a que esa persona nunca pierda esa posible faceta de su vida que lo puede marcar y diferenciar del resto, incluso puede ser el primer pilar de la familia que se introduzca en este mundo tan alabado por unos y despreciado por otros.

Todos somos emprendedores

Todos aquí somos emprendedores, todos, tú eres emprendedor, y todos los que te rodean también lo son. Podrás preguntarte ¿Cómo voy a ser emprendedor, si aún no he hecho nada? Y mi respuesta sería la siguiente ¿No, seguro? Yo creo que sí, en algún momento habrás pensado mil y una formas de cómo conseguir dinero, o lo típico de “Cómo conseguir dinero / por internet / con X años”. Pero no solo eso, seguro que has decidido alguna vez, ir a ver a algún familiar, para que te de dinero y posiblemente, a otro más y a otro… Y si, no digo que eso esté bien, no debemos hacer ver a los niños ni incitarlos que vayan a ver a sus familiares y así les den algo (Típica abuela). 

Con todos los ejemplos que te he puesto antes, podemos ver el espíritu de una persona, de buscarse la vida desde muy temprano, o no tan temprano necesariamente, para poder conseguir eso que la mayoría queremos a la hora de emprender (Pero no únicamente, después lo explico mejor)  que es el dinero.

Emprendemos por el dinero

Esta afirmación es la que muchos “Emprendedores” y lo pongo entre comillas, no por que no lo sean, si no porque disimuladamente los miro un poco mal, según mi punto de vista. Un emprendedor real “de sangre pura” es aquel que emprende porque realmente le gusta y le apasiona el emprendimiento, y quiere conseguir logros y méritos propios, pero sí, como también antes decía, también por dinero obviamente, nadie vive del aire, y todos queremos ser libres económicamente, o al menos lo mayormente posible.

Si un emprendedor, que emprender puede emprender cualquiera, con mucho conocimiento o sin apenas este, con más planificación o menos, e incluso gustándole o sin gustarle emprender, todos pueden emprender. Pero créeme, que el emprendimiento es la forma más bonita existente que hay de separarse económicamente del trabajo pesado y cansado, toda su vida. Emprendiendo, adquieres los valores suficientes y necesarios, para saber diferenciar vida del trabajo y sin tener que vivir del aire casi. 

Pero siempre poniéndonos en situación, el emprendedor siempre al principio tendrá que trabajar incluso más que en un trabajo cotidiano de una oficina, fábrica o cualquier otro tipo de trabajo de los tantos que hay. El motivo es simple, el emprendedor tiene que construir el edificio desde cero, el empresario te ofrece un puesto de trabajo con el edificio ya creado y tú dentro, pero tendrás que estar dentro de unas rejas durante un tiempo que en el contrato esté estipulado, todo ello diariamente.

La edad del emprendedor es nula

Con esto me refiero a que no busquemos una edad idónea para emprender, si eres una persona la cual le gusta emprender y el mundo de los negocios y demás ¡Pues emprende! Que haces que no estás con el móvil haciendo llamadas a tus contactos, amigos, familia… Para proponerles un nuevo negocio, plantéales la idea, y avanza.

Y es a esto a lo que seguramente vinierais, a informaros de a qué edad es buena para emprender, para ver si tenéis tiempo, o si realmente ya era tarde. Siempre estás a tiempo, nunca es tarde, siempre que tengas ganas y motivación, puedes emprender, el tiempo ya lo estípulas tu a tu manera.

Un persona empieza a emprender cuando su mente quiere diferenciarse de los demás buscando libertad personal y económica, esto puede darse desde un niño de 12 años a una persona de 82, la edad no es impedimento, el impedimento está en nuestra mente, y tampoco nos pongamos la excusa económica, con 1€ ya puedes emprender, yo lo hice, busca las formas.